Sunday, June 10, 2007

El molesto silencio...


Muchas veces en mi vida me he tenido que quedar callada, respecto de lo que siento, pienso o quiero. Muchas veces me dijeron que eso, supuestamente, demostraba madurez.

Otras veces, creí tener la oportunidad de manifestar lo que siento, pienso o quiero; pero sin embargo, a nadie le importa, nadie me escucha.


Ayer viví una de esas desagradables ocasiones… Es difícil lograr que otros te escuchen, más si lo que les dices va en contra de lo que ellos han creído siempre.


Gracias a Dios mi autoestima permite que crea fielmente en mi misma y en mis capacidades, mi inteligencia, comprendiendo de esta forma, que independiente de que si la gente me escucha o no, seguiré creyendo, sin sucumbir, en lo que creo.


Lo malo de todo esto es que ni siquiera lo que yo creo que están conmigo creen en mi. Pero ni siquiera eso me hace decaer, y es más, me lleva a establecer una clara y concisa conclusión:


¿De qué me sirven los demás?... de nada…

“Tu eres el camino, la verdad y la vida”… Nadie más que Jesús me escucha y cree en mí, tanto o más que yo en Él. Los demás son nada. La verdad es que si alguien tuvo algo que decir, me detuve a escucharlo, incluso cuando los Testigos de Jehová los escuché, sin importarme haber tenido otras creencias. ¿Es tan individualista el mundo de hoy que ni siquiera somos capaces de escuchar al otro?...


Ahora me da lo mismo. Por lo menos esto me dio el ánimo para volver a escribir.


Andrea León.

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